Otoño...

"Vivir, desde el principio, es separarse..." Pedro Salinas

Esta nueva estación (Fall 2005) no ha sido la mejor para tres de mis mas cercanos amigos. Pareciera que los ciclos de desamor se repitieran sinfín y de nuevo la sentencia de Salinas volviera a materializarse: "lo mas seguro del amor es el adios". En el momento de una desilucion amorosa (propia o cercana) siempre recurro a las enseñanzas de Elizabeth Kubler Ross para reconocer en cual de las etapas aún me encuentro. Me refiero a las cinco etapas por las que los enfermos terminales transitan: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación.

No es extraño que haga un paralelo entre estos dos tipos de duelo pues el desamor, quizá, es la única manera que tenemos de experimentar la muerte en vida (creo que esto último lo dijo Marcel Proust).

En la negacion no queremos aceptar que el otro se fue. Es comun que digamos frases como: me va a llamar, va a escribirme un email, es imposible que se haya ido, seguramente hay algo que puedo hacer. Y esperamos que se ponga en contacto con nosotros y diga lo que tanto añoramos: "Lo siento, las cosas van a ser como antes".

En la ira (el enojo para otros) cuestionamos lo que pasó y al no encontrar una explicacion lógica, explotamos en enojo por la aparente injusticia. Peor aún, en ocasiones nos sentimos culpables por sentirnos enojados.

Cuando cesa la ira, comenzamos a negociar. En el contexto de los pacientes terminales, esta etapa es es un intento por posponer la muerte. Frecuentemente a traves de oraciones el moribundo pretende negociar algun tiempo con Dios. En el contexto de las rupturas amorosas esta etapa puede surgir con una demanda a Dios por nuevas oportunidades.

Una vez nos hemos enfrentado al hecho de que la "muerte" es una realidad, entramos en la etapa depresiva. Viene cuando ya no podemos ignorar los síntomas de una "enfermedad mortal". Mil cosas se perdieron y el camino se ve bastante nublado.

Finalmente viene la mas deseada y dificil de alcanzar de las etapas, la aceptacion. En ella, superamos los sentimientos y conflictos que han surgido y comenzamos a ver nuevas puertas abiertas. Es un tiempo de quietud emocional.

En fin, conocer estas etapas no nos libera de ellas pero nos concientiza de algunos comportamientos normales (estandares) que como seres humanos solemos tener. Ademas, luego de haber vivido el rigor de cada una de estas etapas ("Only the wounded physician heals." Carl Jung) estoy seguro que las enseñanzas son invaluables... y necesarias. Parafraseando de nuevo a Carl Jung: "A man who has not passed through the inferno of his passions has never overcome them."

Para terminar quisiera comprtir este pensamiento de un profesor de la Universidad Nacional de Colombia, Carlos Mario González Restrepo: “Amar es un fenómeno puramente imaginario que concierne al sujeto en su estructura narcisista, pues en tanto lo que uno busca en el otro es la parte de si mismo perdida para siempre, es el propio yo al que se ama en el amor, al propio yo encarnado imaginariamente –e idealizado-en el amado.”

Que piensan ustedes de esta afirmación?